AMANECERES DE CALLES MOJADAS

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Volveré sobre mis pasos, al atardecer, al encuentro con la arena de La Concha.  Me descalzaré sintiendo el frescor de la marea baja. Me acercaré a la orilla y perderé mi vista en el horizonte. Quiero ser el niño que se preguntaba que mundos abarcan mas allá de la última linea del mar. Que preguntaba a los marineros. Y la tarde pasaba….. – «niño que es la hora de cenar….»- rompía su ensimismamiento.

 

«En el centro de nuestras vidas hubo un verano»

 

No tuvimos a Robert Mulligan para que lo filmara. Tampoco fue el «Verano del 42″. Pero en «el cuarto de atrás» de El Aragonés Errante hay imaginarios planos y contra planos, travellings que guían la cámara hacia las rocas, donde le diste sus primeros «besos robados».  

 

«La mujer madura al atardecer…»

 

 

San Sebastian huele a lluvia y amaneceres de calles mojadas. A poteo en el Casco Viejo. A niño bien vestido. A rebeca de punto sobre los hombros de madres hermosas paseando Zurriola, al mediodía, en octubre.

 

Donosti huele a Cine, Jazz  y nostalgia. Aitana a 10 metros, vestido negro, mi corazón vibrando. Sabanas de pensión, sudor de cuerpos haciendo el amor. La periodista de los profundos y burlones ojos negros…. » –marinero de agua dulce, ¿cuando querrás anclar tu barco en algún puerto? «

 

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«Aitana…»

 

San Sebastian huele a puro en el Coso de Illumbe a las 5 de la tarde.

Morante de miedo y oro. Una media verónica rompiendo el silencio emocionado. Dejad que agiten sus banderas de sangre y odio. El toro acaricia la  muleta. El toro entiende de Arte.

 

«Bajo la arena llora un revolver»

 

Se ha escuchado un disparo en la calle San Martín. La sangre de un hombre integro derramada sobre la acera mojada. Tarde de perros. Un asesino cobarde huyendo. No tienes valor de mirar la verdad cara a cara. Por eso disparas a la espalda.

 

http://www.youtube.com/watch?v=UrvgwRHut7s (Bunbury «El Extranjero»)

 

«Andar el camino desandado»

 

Anochece. Ya solo vislumbro el rastro que permite la luz del faro. Siento frío. Y compruebo que la marea ha empezado a subir. Vuelvo sobre mis pasos. Al acercarme al Paseo encuentro mí corazón en calma.

 

«De aqui a la eternidad» (Deborah Kerr y Burt Lancaster)