Las ciudades duermen y, los solitarios, esperan el amanecer soñando imágenes que los libros, canciones y películas acompañan su errar.
«errante por decisión propia»
Las ciudades duermen y, algunos atracadores, roban bancos tan solo por seguir teniendo monedas para echar en el Jukebox y ver a las chicas bailar. Tal vez correr para encontrar el último caballo que les permita cabalgar libre antes del disparo final.
» el último encuentro»
Las ciudades duermen y los amigos se cuentan sus confidencias. Pasan tiempo sin verse pero saben que, al encontrarse, es tan cálido el abrazo, tan honesta la conversación, tan gratificante la risa compartida como el llanto a veces…..
Cuatro amigos que han vivido tantas cosas. Sus vidas han seguido diferentes rumbos. Todos sabedores de que, cuando las ciudades duermen, y a veces los hombres necesitan llorar, encuentran el hombro del amigo que durante tantos años, desde que de muchachos se creían hombres capaces de hacer a las chicas soñar.
«Monty, Frankie, de aquí a la eternidad»
Las ciudades duermen y los amigos recuerdan a aquellos que quedaron el camino.
Monty Clift llora al amigo muerto de la mejor forma que sabe. Haciendo sonar su trompeta.
El Aragonés Errante dedica esta entrada a sus tres amigos. Ellos ya saben quienes son.
Gracias por estar siempre allí.
El aragonés errante 
Uno de estos amigos que han sembrado en tí alguno de esos momentos, espera que nunca cambies porque tienes un corazón que no te cabe en el pecho.
Muchas gracias, Jesús 🙂 Sabes que nunca cambiaré. Que nunca cambiaremos. Así demuestras, también, tu enorme corazón en los precios Cuentos para Mateo. http://www.cuentosparamateo.com
Excelente artículo. Te felicito por esta entrada en particular y por el blog en general. Un muy buen trabajo.
Muchas gracias, Antonio. Significa, mucho, para mí tu opinión por el cariño, que sabes, te tenemos en mi familia. Abrazos.
Muchas gracias Miguel. Me ha emocionado.
Los amigos no tienen distancias, ni en el espacio ni en el tiempo, porque el corazón no sabe de distancias. La nostalgia nos hace sonreír; y las ganas de reír, de compartir, la necesidad de un confidente, de pedir consejo, nos lleva a desear estar con Amigos, con mayúsculas, como tú. Como vosotros.
Gracias Angel 🙂 Cuando comento, a diferentes personas, que sigo conservando el cariño y el trato, con mis amigos desde hace casi 30 años, muchos se sorprenden. Ello es debido a que los cuatro somos especiales, me atrevo a decir que «grandes».
Al «pez de los ojos saltones» tenéis que seguirlo en su maravilloso blog «elmiacielos.wordpress.com»
Muchas gracias, Miguel!
Como siempre, me ha encantado lo que has escrito. me alegro mucho de que conserves tus amistades de adolescente. es una gran suerte contar con amigos así. un abrazo dde tu hermana.