Cuando yo era niño al salir del colegio podíamos reconocer a los padres de los hijos. Aquellos hombres eran elegantes, serios (cuando había que bromear, también, bromeaban) y desprendían una rectitud moral fuera de duda.
El Aragonés errante es un observador solitario (ustedes ya lo saben) y al pasar por las puertas de los colegios no sabe distinguir a los padres de los niños.
Atticus enseña a sus hijos a respetar, y querer, al «monstruo bueno». A no tenerle miedo. No burlarse. Les educa para rechazar la intolerancia, para combatir la mentira de los hombres con la verdad. La cobardía e hipocresía con la palabra dada y la actitud recta. Puede responder al escupitajo del borracho malo con la violencia, pero no lo hace. Se limpia el escupitajo de la cara, sube al coche y vuelve con sus hijos a casa. Es una lección que no olvidarán nunca.
Atticus es un tirador de primera. Lo demuestra disparando al perro rabioso que pone en peligro a su familia. Nunca lo ha contado en casa. Solo dispara cuando es necesario.
Aquellos hombres que nos esperaban a la salida del colegio eran humanos. Con sus debilidades y grandezas. Conocían la corrupción y sus tentaciones. Mas, por lo general, podían firmar un negocio con un simple apretón de manos. Del mismo modo podían confiar en los políticos a los que votaban.
Me entristece observar la deriva de los tiempos actuales. Aquellos que nacimos en los 70 no tenemos, actualmente, ninguna institución en la que confiar. Todas ellas bajo la sospecha de la corrupción, de la tibieza de espíritu.
Del mismo modo lo compruebo, cada vez mas, en la sociedad civil. Los hombres, por lo general, que esperan a sus hijos a la salida de los colegios no quieren otra responsabilidad que su propio egoísmo. La elegancia no importa. Como trasunto no se da valor a la palabra dada, al apretón de manos.
Suenan, quizás, contradictorias en mis propios oídos estas palabras. Este Aragonés Errante no tiene instinto paternal. Si acaso de permanencia por la actitud que mis hechos puedan dejar en la «poca gente» a la que quiero y me quiere.
http://www.youtube.com/watch?v=jx1pRhqMxA4 (MUY POCA GENTE «BUNBURY»)
La pelicula que muestra la vida de Atiqus y sus hijos en los años de la depresión en losE.E.U.U. es una nmagnifica muestra de cine de compromiso social, de respeto y educación en valres de sus hijos, y muestra los sentimientodos de la America profunda, racista y radical Es la mejor ( en mi opinión) interpretación de Gregory Peck, con una relización sobria y realista, es una pelicula que veo una vez al año; porqué sus valores son eternos y convieme recordalos.
Hola chispa. En primer lugar muchas gracias por leer mi blog y dejar comentario. Así mismo me alegra encontrar mas admiradores de esta obra maestra del Cine. Como dices es una película que refleja una época de la América profunda, y desprende unos valores necesarios también en nuestros días.
Gregory Peck es uno de mis actores favoritos. Y, como bien dices, en esta película hace una interpretación extraordinaria.
Espero sigas mi blog y dejes comentarios.
Saludos.